Conflictos regionales deambulan camino a la cumbre Mario de Queiroz En lo formal, la agenda de la próxima Cumbre Iberoamericana, que se celebrará en Portugal, contempla la innovación y el conocimiento como puntos centrales, pero es comentario repetido entre diplomáticos que la dictadura en Honduras y las disputas entre Venezuela y Colombia dominarán las preocupaciones de los participantes. Los jefes de Estado y de gobierno de los 19 países latinoamericanos y los tres europeos que conforman el bloque volverán a reunirse en Portugal, como en 1998, pero esta vez en la localidad de Estoril, en la desembocadura del río Tajo y a sólo 20 kilómetros de Lisboa, del 29 de noviembre al primero de diciembre. Estos encuentros anuales comenzaron en 1991 en la ciudad mexicana de Guadalajara y en la XIII Cumbre de la ciudad boliviana de Santa Cruz de la Sierra, en 2003, se decidió crear la Secretaría General Iberoamericana (Segib), que es conducida por el contador hispano-uruguayo Enrique Iglesias. Portugal parece destinado a que los gobiernos deban distraer su agenda pactada previamente por fuertes asuntos coyunturales, como sucedió en la VIII cumbre de la septentrional ciudad de Oporto.
Portugal parece destinado a que los gobiernos deban distraer su agenda pactada previamente por fuertes asuntos coyunturales, como sucedió en la VIII cumbre de la septentrional ciudad de Oporto, cuando el arresto en Londres del hoy fallecido dictador chileno (1973-1990) Augusto Pinochet atrajo todas la atención de las delegaciones. Ahora los nubarrones que se ciernen sobre la Cumbre son el enfrentamiento diplomático entre Colombia y Venezuela, con amenazas cruzadas y conflictos en la frontera, y la situación institucional de Honduras que, pese a los esfuerzos de gobiernos de la región no se logra restituir a Manuel Zelaya en la presidencia, de la que fue desalojado a punta de metralleta el 28 de junio. Hasta ahora sólo se ha confirmado la presencia de los presidentes Luiz Inácio Lula da Silva, de Brasil, Cristina Fernández, de Argentina, Hugo Chávez, de Venezuela, y Michelle Bachelet, de Chile, quien prolongará en dos días su estadía para una visita oficial a Portugal. También se considera muy probable la presencia del presidente de Cuba, Raúl Castro, pero hasta el jueves no había sido definitivamente confirmada. "Es difícil que no venga, porque para los cubanos estas cumbres constituyen una posibilidad única de dialogar con el resto de los latinoamericanos", expresó un diplomático español. Entretanto, se ha descartado definitivamente la participación del presidente de Uruguay, Tabaré Vázquez, debido a que el 29 de noviembre se realiza en ese país la segunda vuelta para elegir a su sucesor. Lo mismo ocurre con el mandatario boliviano Evo Morales, que está en plena campaña en busca de su reelección el 6 de diciembre. Tampoco se hará presente el depuesto presidente Manuel Zelaya,
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